Siglos de investigación han llevado a concluir que la vida en el universo empezó hace aproximadamente cuatro mil millones de años y complementaria con esa misma evidencia científica se ha determinado que los hombres solo existimos desde hace doscientos mil millones de años. Sin embargo hemos logrado trastornar este equilibrio tan esencial para la vida.
Desde nuestra existencia hemos estado sujetos a diferentes cambios, desde la época primitiva hemos estado en un constante avance de formas de comunicación, de técnicas, de modos de producción, de ideología etc. Todo esto en busca de nuestro beneficio, en busca de la optimización de nuestro tiempo, la facilidad para hacer las cosas, y sobretodo en busca de “cálidad de vida”.
Pero hay un momento clave en el desarrollo de estas técnicas: La revolución industrial.
La revolución industrial es el momento en que la humanidad inicia un nuevo estilo de vida en su cultura, sus relaciones sociales, su forma de producir, su sistema de mercado, de tecnología y otros aspectos. Fue justo después de la revolución industrial que el desarrollo triplicó su aceleración. Los instrumentos de producción artesanal fueron sustituidos por las modernas maquinas movidas por la fuerza de vapor, y posteriormente, con otras fuerzas de energía, como el petróleo, la electricidad, etc. Han sido estas maquinas las que por algo más de III siglos han contribuido a la producción a grandes escalas, a la aceleración de la manufactura pero también a la aceleración de la contaminación atmosférica, la contaminación hidrica y en general al deterioramiento del planeta.
“Todo se acelera” es la palabra más usada en el video HOME, la tecnología cada vez nos cautiva más y todos estamos haciendo parte de un circulo de consumismo y obsolescencia programada que aunque no nos demos cuenta son los que más daño le está haciendo a la tierra. El objetivo de la obsolescencia programada es el lucro económico inmediato. Por ello el cuidado y el respeto de aire, agua, ambiente y por ende el ser humano pasan a un segundo plano de prioridades. Cada producto que se vuelve obsoleto implica contaminación. Es un evidente problema del actual sistema de producción y económico: no se ajusta en absoluto a la armonía y al equilibrio de la naturaleza.
Es claro que el desarrollo es directamente proporcional al deterioro de nuestro planeta, ahora bien ¿Como podemos seguir avanzando sin dañar el planeta?. Allí es cuando viene el concepto de Desarrollo sostenible, pero lastimosamente en un país como colombia en el cual muchos de los microempresarios, al no tener los recursos necesarios para hacer el debído tratamiento ambiental prefieren pagar unas sanciones las cuales no son nada favorables al medio ambiente. unos pocos no podrán garantizar la conservación del recurso pero sí la mitigación al impacto que generan las intervenciones antrópicas y a la búsqueda de un “equilibrio global”.
Escrito por: Laura Carolina Arévalo Forero
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